miércoles, 26 de agosto de 2015

Soy nulo

En las próximas elecciones regionales que se desarrollarán el 25 de octubre del presente año se esperan tarjetones muy similares a los de los años anteriores para las elecciones del mismo estilo, con lo cual se promueve la abstención y el voto nulo.

A los candidatos al Concejo de Bogotá y a los de las juntas locales, además de las maratónicas faenas diciéndoles y explicándole sus propuestas a la ciudadanía, también tienen que mostrarle al público como votar por ellos, ya que en los tarjetones no aparecen ni sus nombres ni sus fotos, sino simplemente un número.

Hacer un voto nulo es más fácil de lo que las personas creerían ya que si una persona marca el logo del partido y no el número, el voto automáticamente es nulo, o si por el contrario tacha el número y no el partido, también.

Además la educación a los jurados de mesa es tan escasa y tan básica que dejan a escrutinio de ellos si creen que un voto es válido o no, permitiendo así la corrupción desde las mesas de votación.

Quienes hemos sido testigos electorales nos hemos dado cuenta como los jueces de mesa dan validez a tarjetones con dibujos, insultos, grafitis y demás gráficos que deberían no ser válidos en los tarjetones. Pero también, como anulan los tarjetones por falta de uno de los requisitos anteriormente mencionados.

Es considerado como delito al elector repartir publicidad en cercanías a un puesto de votación, y si las autoridades encuentran a las personas haciéndolo le decomisan el material, pero los tarjetones incitan a que los candidatos incurran en esto. (Todos lo hacen).

No es cosa del autor de esa columna decir que el tarjetón es enredado, pueden ver el de las elecciones del 2007, 24.426 votos nulos, y enlas del 2011 fueron 133.628 votos nulos.

No creo que tantas personas anulen sus votos apropósito,


Esperemos que en estas elecciones los tarjetones tengan instrucciones y que si no salen fotos ni nombres de candidatos en estos, permitan de alguna forma saber cuál es el candidato por el que la persona quiere votar. Si no, las ciudades seguirán disminuyendo su desarrollo.

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