Pero mucho más triste es oír al gobernador de ese departamento, Óscar Rodrigo Campo, decir que esta tragedia se pudo evitar porque había un acuerdo con el Fondo de Adaptación para la reubicación de los pobladores que estaban en riesgo, pero esta reubicación nunca se efectuó.
Es posible que ahora salgan a decir que el proyecto nunca se entregó al actual gobierno, o que por problemas de trámites quedó empapelado en algún archivador de la entidad, pero es su director quien tendrá que responder por la ineficiencia de sus funcionarios, por 32 vidas perdidas y por la reubicación de las personas que ya no tienen donde vivir.
El gobierno actual le hecha toda la culpa a sus antecesores pero ya es tiempo, 8 meses después de la posesión del presidente Duque, que se pongan los pantalones ante el país y se hagan responsables por sus errores.
Esperamos resultados señor Duque. Esperamos buenos resultados.