miércoles, 28 de octubre de 2015

Me le quito el sombrero

Es complicado saber que sienten las víctimas del conflicto cuando uno no ha estado en su posición. 

El saber que sienten por dentro quienes fueron, y son víctimas de secuestro, y quienes tienen un conocido víctima de secuestro y desaparición.

Como es tan difícil ese acercamiento con la realidad que estas personas viven, también es muy complicado pedirle a una de estas personas que oiga a un ex miembro del hampa que tuvo en su poder a su familiar, y quienes de una u otra forma fueron partícipes de su desaparición.

Pero el querer la paz les exige esto a algunas víctimas para que el perdón les llegue a sus corazones, a sus vidas, a sus familias y a su sociedad. Así este encuentro traiga mucho dolor y reviva heridas que  ya han sanado.

Muchas lo han hecho en silencio y han perdonado igual, en silencio y sin que nadie se entere. Es muy duro este perdón, pero también es duro que sepan que las personas son débiles en uno o varios aspectos.

Pero estas barreras algunas personas las rompen y dejan a todo un país asombrado con su valentía, quienes después de cada uno de estos actos está más dispuesto a dar algo más, a poner otro granito de arena para buscar la tan anhelada paz que buscamos todos los colombianos hace muchas décadas.

Pues esto fue lo que hizo María Carolina Hoyos con alias Popeye,el jefe de sicarios del temido Pablo Escobar, quienes secuestraron a su mamá, Diana Turbay, cuando ella todavía era menor de edad, y la mataron en una operación de rescate.

Hay que aplaudir este gesto y también lo que simboliza para el país. A muchas personas con las que uno se cruza día tras día les es casi imposible perdonar tanto dolor causado por las diferentes fuerzas que luchan contra el Estado, y del mismo Estado. Pero el perdón es necesario para conseguir una paz definitiva, no para nosotros, sino para nuestros hijos, sobrinos y nietos. Ellos no merecen y no tienen por qué sufrir tanto dolor como lo sufrimos nosotros con cada acto que las guerrillas o los carteles cometen.

Sé que para muchos políticos es casi imposible dar perdón a quienes les han causado tanto dolor, pero les pido de corazón, que este dolor que sintieron ustedes, y que aún siguen sintiendo por la falta de esta persona, no genere que las generaciones futuras tengan que sufrir lo mismo.


Gracias a María Carolina Hoyos por mostrarnos que el perdón si es posible. Mucha fuerza que un ángel poderoso está cuidando sus pasos y los de su familia.

viernes, 16 de octubre de 2015

Pastrana decepciona a sus seguidores

El ex presidente Andrés Pastrana sorprendió ayer con su renuncia a la comisión de paz, la cual está conformada por personalidades públicas, esto para la asesoría y debate sobre los pasos a seguir en tiempos de duda y/o crisis ante un problema con cualquier grupo armado ilegal.

Según Pastrana, su renuncia se da gracias a la falta de conocimiento que el país tiene, y él en particular, sobre los puntos acordados en La Habana el pasado 23 de septiembre, que acercan al país a un cese al fuego definitivo con este grupo guerrillero.

El señor Pastrana debe tener en cuenta varios puntos importantes antes de tomar una decisión apresurada como estas, los cuales se explican a continuación.

1. Las reglas del juego, del proceso de paz, han sido claras desde el comienzo para todos los ciudadanos, y entre ellas están el no dar declaraciones no autorizadas ni a los medios de comunicación ni a políticos, ya que esto podría poner en riesgo el proceso.

2. El ex presidente Pastrana no puede pretender tener trato especial por ser ex mandatario ya que él, al estar casi en frente de un partido político, el Conservador, aquí se podrían tomar decisiones dependiendo de esta información, con lo cual se pondría en desventaja a los otros partidos políticos.

3. El ex presidente Pastrana tiene una obligación con el país, con sus seguidores y con los de su partido, y es proteger a la nación desde su posición de ex presidente. El ya no es mandatario, y por tal no se tiene que consultarle todas las decisiones que se tomen en todos los campos, en este caso en el proceso de paz. Lo que se les puede contar tanto a todos los ciudadanos como a los miembros de esta comisión, se les cuenta, y lo que se considera que no, pues no. 


Esperemos que el señor Pastrana recapacite de su decisión, ya que renunciando a esta comisión deja sin voz ni voto a su partido sobre todas las decisiones que aquí se tomen.  

miércoles, 7 de octubre de 2015

Indignación electoral


Da tristeza, y mucha, ver como los líderes políticos, electorales y armados hijos de la chingada, (ya todos saben que es eso), ejerzan presión sobre las escuelas, colegios, universidades, pueblos y ciudades para seguir robando.

También da tristeza ver como las autoridades electorales se quedan quietas ante esto, que pasa en sus narices, en las del pueblo  y en las de la policía, quienes se ven con las manos atadas ante la lentitud y corrupción de la Fiscalía.

Resulta indignante ver como el país se tiene que quedar callado desde los medios mientras los políticos hacen de las suyas para que voten por ellos, sea a las buenas, dándoles regalos, plata o traslado hasta su punto de votación, o a las malas, con amenazas a personas y sus familias para que no quede electo el rival de turno, y así, no perder los subsidios que les da el Estado para manipular y seguir haciendo de las suyas en las regiones, y seguirlas manejando como si fuera su finca.

El país se tiene que poner los pantalones, tiene que actuar de una forma honesta de una vez por todas, no puede ser que periodistas como Pascual Gaviria tengan que hacer estas denuncias públicas para que despierten los entes de control y el país.

Esperemos que la Fiscalía  investigue y encierre a este tipejo Luis Pérez, quien hace de las suyas en la región de Antioquia y sus alrededores. Si queremos un país en paz tenemos que empezar por los políticos corruptos, que abundan en este país, para que éste pueda ser un país próspero.

Solidaridad Total con Pascual Gaviria, y con sus compañeros de La Luciérnaga de Caracol Radio y con los amigos de El Espectador, que a ambos les ha tocado vivir en carne propia lo que es el terrorismo político.