lunes, 4 de marzo de 2019

La corrupción que querían que llegara

La Justicia Especial para la Paz, JEP, a tenido acérrimos enemigos desde su creación con la firma del acuerdo de paz con el grupo guerrillero de las farc, principalmente, porque dicen que reinará la impunidad y la corrupción, y no la reparación de las víctimas de este grupo ilegal.

Uno de sus principales detractores es el ex presidente Álvaro Uribe, y su partido, el Centro Democrático, quienes se han encargado de ponerle trabas a su puesta en marcha y a  su funcionamiento diciendo que era un organismo politizado que le serviría únicamente al ex presidente Juan Manuel Santos.

Los miembros de la JEP, por su parte, han hecho oídos sordos a estas críticas, queriendo únicamente la reparación de las víctimas del conflicto y la verdad y justicia por parte de los victimarios, quienes le hicieron mucho daño al país.

Pero el viernes primero de marzo del 2019 todo cambió con la captura de Carlos Julian Bermeo, ex fiscal de la JEP, en flagrancia recibiendo dinero para la no extradición de uno de los jefes de la guerrilla acusado por narcotráfico, Jesús Santrich.

Según dicen los medios de comunicación locales, este tan solo era un abono de 500 mil dólares, de un total de dos millones.

Hoy la JEP perdió la credibilidad en la población, quienes creen que es un organismo politizado. Muchos de los ciudadanos hoy piden su eliminación, pero otros pedimos su reestructuración para que el conflicto no vuelva al país y no regrese el sufrimiento a las caras de los ciudadanos.

Amanecerá y veremos.