sábado, 13 de febrero de 2021

El pánico del regreso a clases


 La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, anunció que, desde el próximo lunes 15 de febrero, los colegios irán retornando a la normalidad, por ahora con el modelo de alternancia, en las instituciones públicas que sean aprobados los protocolos para la bioseguridad de docentes y estudiantes.

Entre maestros y padres de alumnos tienen miedo de esta presencialidad, por las cifras de contagio que se podrían incrementar en estas instituciones, no sólo de quienes interactúan en ellas, sino también de su núcleo familiar y social, los cuales son diferentes y complejos en cada caso.

Tanto FECODE como la ADE, los sindicatos del sector educativo, se han encargado de manifestarles estas dudas y preocupaciones al distrito y a la nación, y… a mi parecer, éste ha sido grosero e indolente ante estas preocupaciones, al punto que la senadora María Fernanda Cabal, dijo “Si no quieren regresar a clases presenciales es mejor que renuncien”.

Pero es que aquí el Estado no está en ningún lado. A hoy no ha llegado ninguna vacuna que les pueda dar calma al sector educativo. En Bogotá, el distrito, a 1 de febrero, no había repartido ni una tableta a los estudiantes, después de un año de estar con esta pandemia.

Entonces que la señora Claudia López, ni Edna Bonilla, secretaria de educación, ni el ministerio, ni Duque, les vengan a decir a los educadores que es por culpa de ellos que los estudiantes están atrasados. 

Trabajen por los niños. Pero también por la seguridad de los educadores.