sábado, 12 de septiembre de 2020

Controlen a los políticos

 


Para comenzar quiero destacar mi descontento en la forma en la que el estudiante de derecho Javier Ordóñez fue asesinado por tres integrantes de la Policía Nacional y que espero que las investigaciones lleguen al punto de saber qué las provocó y que los responsables paguen como es debido. Con destitución y cárcel.

Pero por otro lado es necesario pedirles a los políticos que manejen esta situación con la calma que se merece. 

Es verdad que este hecho, que se hizo viral por las redes sociales y luego en los medios de comunicación que no se cansaron de repetirlo una y otra vez, causó un malestar en la población muy grande, lo cual la sacó a las calles a protestar. Pero no estoy de acuerdo con la posición tomada por la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, de exigirle a los integrantes de esa fuerza del Estado que no disparen ni una bala en las protestas que se desarrollarán en días siguientes.

La policía es un órgano del Estado que está para proteger la integridad y los intereses de los civiles, con diferentes métodos, dependiendo el peligro que corran éstos, sus compañeros o la vida propia. Y sabemos muy bien que la delincuencia ha aumentado en todas las modalidades gracias a la falta de empleo generada por la pandemia. Entonces decirles que no utilicen sus armas y que ni se atrevan a tocar a un civil es dejarle la seguridad de la ciudad en manos de la delincuencia. Y eso si es peligroso.

Por otro lado, hemos oído a todos los politiqueros salir a los diferentes medios de comunicación a decir que la Policía Nacional necesita una reforma urgente, y que ellos se encargaran de proponerla en el Congreso.

NO HABLEN TANTA MIERDA.

Por un lado, se ha propuesto esta reforma varias veces, pero se ha hundido, entre otras cosas, por la falta de cuórum (no asisten los congresistas a las reuniones de trabajo) o por intereses políticos de cada parlamentario.

Una de las reformas que podría haber sería aumentar su presupuesto para adquirir o arreglar las ayudas de audio y video que tiene la institución. Más del 50% de las cámaras que tiene la ciudad no funcionan. Y así es muy difícil saber el recorrido de un delincuente y de un policía que está haciendo lo incorrecto, porque... la población conoce los finales de los vídeos donde la policía le dispara a los civiles y de ahí saca sus conclusiones, pero ¿y el resto? Porque los CAIs no se quemaron solos, ni los policías heridos se dispararon en un pie para que las personas se compadecieran de ellos, ni los buses de Transmilenio se incendiaron del susto de ver la protesta. Aquí hay manos criminales.

Aquí hay un antes y un después que esperamos que se esclarezca.  

Y bueno, también esperamos que pronto llegue la calma a nuestra ciudad y la confianza a las instituciones.

PD: También esperamos que los políticos estén disfrutando esos milloncitos que el Estado les da de... "Gastos de representación".