En su AFORTUNADO último día de presidente del Senado de la República, el senador Ernesto Macías mostró de nuevo que él nunca entendió a la cabeza de que estaba. Si del trencito del colegio de sus hijos o de una corporación que debe y tiene que velar por el bienestar de los ciudadanos de esta patria sin importar ni colores ni creencias políticas.
Y bueno, digo, nunca entendió porque no quiero pasar por grosero de decir que manejó el senado a su antojo, a pesar de saber que así lo hizo.
Como bien lo sabemos los colombianos, desde hace un año rige en el país un estatuto para la oposición, el cual les da a esa minoría la posibilidad de hablar por los mismos medios y con el mismo tiempo que personas que están de acuerdo con el gobierno nacional.
Esta vez el escenario fue la plenaria del senado en plena instalación de sesiones.
Antes que hablara el presidente Iván Duque, el senador Macías, sin darse cuenta que el micrófono lo tenía abierto, anunció su última perla como presidente de esa corporación. Dejar a la oposición hablando sola.
Y a pesar de darse cuenta del error cometido no le importó poner su plan en marcha.
La Procuraduría, POR FIN, ya llamó al señor Macías a descargos, pero...
¿El señor Macías no se había dado cuenta de la corporación que dirigía?
Temas de salud, educación, infraestructura, saneamiento básico, obras de prevención de desastres pudieron pasar por esta cámara sin problema, pero el niñito, por tener al tío Uribe y al primo Duque contentos, no permitía que estos temas tuvieran su normal desarrollo por no darles alas ni visibilidad a la oposición.
¿Cuánto desarrollo de un país se pudo planear en este año, pero este señor no permitió? ¿Por qué la Procuraduría no estaba vigilando las acciones del Congreso de la República? ¿Porque se tienen que esperar hasta que todo el país se dé cuenta para actuar? ¿Será que los politiqueros les estarán pagando a los diferentes entes de control para que miren a otro lado?
Estas y otras preguntas se hace el pueblo y se pregunta... ¿Cuándo tendremos la dignidad de tener unos gobernantes descentres? Esperemos que pronto, antes que lleguemos al estado que está ahora Venezuela.