Es que da furia saber que unos ampones con cuello blanco, sin ninguna necesidad básica insatisfecha, con sus familias protegidas y trabajando, sean capaces de robarles la alimentación a muchos colombianos que necesitan este subsidio debido a que no pueden trabajar por el #Covid19.
Es que pareciera que no se acordaran, cuando en campaña política, les tocaba dar sus discursitos de dos pesos, sin ningún valor, en casas hechas de tejas de zinc y piso de tierra, o de madera, donde las mascotas y el medio de sustento diario es una vaca, o tan solo un cajón con unos cuantos dulces.
"Que trabajen", es lo que generalmente se les oye decir a estos mantecos sin ningún valor, sin darse cuenta que ellos sí tuvieron las oportunidades que estas personas no, y que ahora están pasando necesidades.
Esta pandemia, además de las víctimas que va a dejar por la enfermedad, también habrá victimas de hambre, las cuales no registrarán los medios, y los políticos se darán cuenta en las próximas elecciones, cuando les falten unos votos.
