viernes, 30 de julio de 2021

Leyes basura

 El congreso dio inicio al último ciclo de sesiones ordinarias de este cuatrenio, donde las elecciones legislativas y presidenciales siempre han interrumpido el ciclo normal de los debates y la aprobación o no de proyectos de ley disminuye o, como todo escolar vago, las pasan a pupitrazo, sin leerlas, sin estudiarlas, pero cobrando la calentada de silla.

Pero aquí hay algo mucho más inquietante, y son los PROYECTOS BASURA, los cuales periodo a periodo, así se hundan o pasen, siguen rondando en las salas de debates del Capitolio, quitándoles paso a proyectos importantes que benefician a parte de la población… o le hacen la vida más fácil o menos peligrosa.

Tres de los temas de estos PROYECTOS BASURA son los que más le interesan a la ciudadanía, como el aborto, que ha estado en discusiones 10 veces desde el 2010, la eutanasia, que ha estado en discusiones 11 veces desde el 2010, y no menos importante, la reforma a la policía, que ha estado en debates 53 veces desde el 2010, entre otros de igual o mayor importancia.

Pero…

¿Dónde están proyectos para brindarle acueducto y alcantarillado a todo el país las 24 horas del día? 

¿Dónde están los proyectos para brindarle energía eléctrica segura a todos y cada uno de los ciudadanos del país las 24 horas del día?

¿Dónde está el proyecto para brindarles educación de calidad a todos los niños del país sin importar ubicación geográfica ni estrato socio-económico? No estoy hablando solo de Rosales, Chapinero y El Nogal.

¿Dónde está el proyecto de conectividad nacional? ¿No saben que en la pandemia muchos niños se quedaron sin educación gracias a que no tenían este servicio?

¿Dónde está el proyecto de conectividad vial óptima para el transporte de alimentos, mercancía y personas? ¿no se han dado cuenta que por el cierre de la carretera a Buenaventura el comercio, materias primas y alimentos no pudieron pasar ni para el puerto ni para el centro del país?

Esto por los proyectos que faltan, pero veámoslo desde otro ángulo. Si proyectos como el del aborto y la eutanasia ya fueron recientemente aprobados… ¿por qué se les permite a los congresistas presentarlos de nuevo? ¿No hay un código de ética y de respeto a las decisiones propias de los congresistas?

Por qué no hay una normatividad de ética y respeto con las decisiones que se toman.

Este no pareciera el congreso que crea y regula las leyes de un Estado, sino un colegio decidiendo a ver si las niñas traen falda y los niños se pueden dejar crecer el palo. La verdad da pena.

Por último, a mi parecer, las leyes que regulan el Congreso de la República NO deberían pasar por esta cámara del Estado, como la reducción de su salario, reducción del mismo Congreso, los gastos de representación y la obligatoriedad para estar en las sesiones. Esto debería tramitarlo la Corte Constitucional, ya que, además que el congreso tiene intereses de por medio, no ha sido capaz de regularse en favor del Estado para darle ejemplo a los ciudadanos. Cuatro meses de vacaciones anuales… o tres según la última reforma, es un abuso al establecimiento y un robo a los ciudadanos.

Solo esperamos que los “honorables congresistas” trabajen por y para el pueblo. No pedimos más.