martes, 30 de mayo de 2017

La corrupción en la justicia

El 21 de mayo del presente año se llevaron a cabo en dos poblaciones del país unas elecciones para que la población decidiera si se debía o no destituir a sus alcaldes, bien sea por corrupción o bien sea por no cumplir el plan de gobierno con el que fue electo. 

Los alcaldes del Copey, Cesar y de Ocaña, Norte de Santander se salvaron de que sus pueblos votaran por su revocatoria, con lo cual pueden disfrutar de un poco más de dos años sus puestos y los contratos amañados que dan para sacar tajada.

Pero ¿Es el pueblo quien debe decidir si un alcalde se queda o se va?

Los ciudadanos tienen una misión muy clara, y es de elegir a los candidatos que crean capacitados para administrar los recursos y garantizar el desarrollo a su municipio pero debe ser el Estado quien determine si este funcionario está cumpliendo su plan de gobierno, como lo está haciendo y las mañas que utiliza para sacar tajada de los contratos que firma.

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¿Donde está la actuación de la pobre y decrépita Procuraduría? a quien además de llevarle pruebas sobre un mandatario que no está haciendo su trabajo tiene que llevarle también pruebas que hay más de uno que lo quiere destituir. Es como sucedía con el maltrato femenino en el hogar cuando el agredido tenía que entregarle un formulario al agresor en donde certificara que lo estaba agrediendo. Esto es absurdo.

Además, si el funcionario compró su elección “sin recursos estatales” también va a comprar su no destitución, y nadie se da cuenta en un país ciego, sordo y mudo donde sobrevive quien más plata tenga.


Esperemos que el Estado actúe y que la reforma del CNE proteja a los ciudadanos y no a los políticos corruptos.

martes, 16 de mayo de 2017

Feria de Ideologías

En el Congreso del partido Centro Democrático, su líder, Álvaro Uribe, dejó ver que ninguno de los miembros de su colectividad está preparado para pelear una candidatura a las elecciones presidenciales, cuyas campañas están a punto de comenzar.
El ex presidente Uribe les hizo un llamado a Martha Lucía Ramírez y a Alejandro Ordoñez, para que dejaran sus partidos y fueran los candidatos del suyo, a lo cual ambos respondieron con reserva pero sin declinar la oferta, ya que si por “Su partido natural no pueden ir”, es decir, por el partido Conservador, si lo harían por el Centro Democrático.
En el momento ya se encuentra una candidata buscando partido político para lanzarse al ruedo, ya que por su colectividad no se pudo lanzar para ser candidata presidencial para el 2018, es el caso de Clara López, quien al enterarse que el candidato del Polo Democrático sería Jorge Robledo, se retiró indignara, diciendo que ella tenía más experiencia en este tipo de elecciones. Y es verdad, ya va 4 elecciones en las cuales se ha quemado y le han regalado el Libro de El Principito.
Pero ¿En donde están las ideologías de los partidos?
Cada partido político debería tener una ideología definida hacia las cuales tienen que ir dirigidas las decisiones políticas que tomen sus miembros, pero si estos se convierten en una puerta giratoria donde cada político puede entrar y salir dependiendo de sus aspiraciones personales, y en muchos casos corruptelas convenientes, todos los partidos están mandados a recoger.
Pero a quien debería importarle esto, el CNE, no ve nada de malo en esto, mientras cada uno de ellos, partidos y candidatos, les pasen su tajada para hacer campaña antes de tiempo y sobrepasarse en recursos, como ya sucedió en las dos presidenciales anteriores.

Esperemos que para las próximas elecciones, Presidenciales y de Congreso de la República, no se vayan a presentar estos candidatos amorfos y que tanto la Fiscalía y el CNE estén atentos para poner los correctivos antes de las elecciones.