Esto es lo que están pidiendo ahora muchos congresistas de varios
partidos políticos, supuestamente indignados por el tratamiento que el señor
Santos les ha dado a algunos temas de interés nacional, donde según ellos,
pudieron manejarse de una manera diferente sin afectar a tantos
ciudadanos.
Para ellos, los congresistas, el tema de la financiación de
parte de las campañas de 2010 y de 2014 por parte de Odebrecht fue la gota que
derramó la copa, por ser una empresa extranjera que “donó” para la campaña, por
haber rebasado los topes impuestos por ley a todas las campañas políticas, por
haber ocultado el ingreso de estos dineros en la contabilidad que entregó la
campaña a la Comisión Nacional Electoral, entre otros puntos tan importantes.
Pero en una campaña política hay varias cabezas que se
encargan de varios temas macro, y estas son las responsables de manejar sus
temas macro y de pasar informes de gestión a los candidatos, los cuales tienen
que ser positivos y sin preguntar si se puede hacer, en la mayoría de los
casos. La campaña tenía un gerente, el cual está dando la cara ante todas las
irregularidades, 32 grupos de abogados, uno por departamento como mínimo, a los
cuales les consultaban sobre la legalidad o no de estos casos, pero hasta ahora
no se ha visto a ninguno dar la cara. El candidato es el responsable de lo que
entró en su campaña pero el señor Santos no va a renunciar por esto.
Ahora, el tema no es si el presidente se tiene que quedar o
no, si tiene que renunciar o no, el tema es que él termina su mandato y deja
emproblemados a quienes le manejaron las campañas.
En el caso que el presidente les hiciera caso a las personas
que buscan su renuncia el país gastaría cuatro veces más que si se queda hasta
el próximo año. Es que es eso. Ya le queda tan solo un año.
Si el presidente renunciara hoy no tenemos vicepresidente
que lo reemplace. Esto sería llamar a unas elecciones extraordinarias para
elegir a un presidente que tan solo dure un año. Lo cual sería también que el
CNE gaste la plata que dice que nunca tiene y que para las elecciones de
congreso y presidenciales se hicieran con papel calcante o periódico por la
falta de presupuesto.
Para mí, esta pedidera de renuncia del mandatario por parte
de congresistas es un saludo a la bandera.
Ellos saben que hacer eso en este
momento sería contraproducente para el país pero lo hacen con otro objetivo, el
político.
Si ustedes han participado en alguno de los procesos
democráticos promovidos por algún político sabrán bien a que me refiero.
Estamos a un año de elegir senadores, representantes a la
cámara, presidente y sus respectivos vicepresidentes y todos y cada uno de los
políticos necesitan herramientas para atraer a sus votantes, tanto hacia sus
propuestas como hacia las urnas y esto lo hacen de la siguiente forma:
En estas campañas en donde a las personas les piden el
nombre, cédula, dirección y teléfono entre otros datos personales, van a dos
puntos. El primero como es natural, al CNE y el segundo a la campaña de estos
políticos, donde tienen a personas destinadas a redactar cartas, y discursos,
llamar a los adeptos y convencerlos que voten por ellos.
Pero el aveas data aquí no sirve, porque cuando se descubre
que sus datos fueron usados de esta manera desde la petición de una
revocatoria, la campaña ya habrá terminado hace rato y el político al cual le
estaban haciendo campaña ya va a estar retirado.
NO CAIGAN EN LA TRAMPA DE LOS POLÍTICOS.
Hay que exigirles a los senadores y representantes que
trabajen para el pueblo. Que entren a los debates y votaciones de proyectos y
que no se pongan a ocultar su inoperancia con estas cosas que ellos saben que
no van a parar en nada, porque aquí el que siempre pierde es el pueblo.