sábado, 26 de junio de 2021

Quitémonos los guantes


 Sabemos que la situación social en el país está muy deteriorada y que la credibilidad de los ciudadanos hacia las instituciones del gobierno, y quienes están a la cabeza de ellas, tanto local como nacional, está muy deteriorada. Esto ha llevado a miles de personas, jóvenes y ancianos por igual, a salir a las calles a reclamar sus derechos y a manifestar su descontento con lo que están viviendo ellos, sus vecinos, amigos y la sociedad colombiana en general.

Estas protestas van para dos meses, en donde todos los ciudadanos, tanto manifestantes como no manifestantes, gobierno y oposición se han visto afectados y no encuentran el camino claro para llegarles a los acuerdos que quieren a corto, mediano y largo plazo.

Los jóvenes se sienten frustrados porque no es la primera vez que hacen las manifestaciones por lo mismo (las peticiones de cada persona son diferentes, pero en general están dirigidas a salud, empleo, educación y menos corrupción).

El gobierno, a pesar de los recursos invertidos y el personal destinado para la negociación, ha mostrado su falta de experiencia en estos temas y en muchas situaciones no ha sabido como actuar ante los reclamos urgentes que le exigen los protestantes, ya que sabe lo importantes que son, pero no tiene recursos para desarrollarlos inmediatamente.

Esto ha acrecentado el descontento y ha hecho que varios políticos, periodistas y presentadores de televisión se pongan de parte de los protestantes y los animen a seguir en las calles, tanto con su voz de aliento como con recursos físicos como alimentos, vestuario adecuado para enfrentar la respuesta del Estado ante manifestaciones violentas, y armamento letal y no letal.

Pero, a mi parecer, el viernes 25 de junio se descubrieron las verdaderas intenciones de muchos de los patrocinadores de estas manifestaciones. 

Ese día el helicóptero donde viajaba el presidente Iván Duque, el ministro de defensa Diego Molano y el ministro del interior Daniel Palacios, fue atacado desde tierra, pero afortunadamente sin ninguna pérdida humana.

Después de conocida la noticia se vio en las redes sociales el sentimiento de solidaridad hacia estos funcionarios… por parte de casi todos los ciudadanos, pero hubo otros que comenzaron a mover el rumor que esto era un autoatentado para generar lástima en la población y queriendo hacer que los ánimos se calmaran en las calles.

Este rumor cogió fuerza cuando el congresista Gustavo Bolívar puso un twitt diciendo esto, a lo cual le siguieron la presentadora Carolina Sanín y la periodista María Antonia de la Torre, entre otros. Que, debido a la cantidad de seguidores que tiene cada uno de ellos en esta red, comenzó a darse como una hipótesis creíble entre la ciudadanía sin saber las conclusiones del CTI sobre los verdaderos hechos acaecidos ese día.

Esto lo hacen, presuntamente, para que sus seguidores no pierdan las ganas de seguir saliendo a las calles a protestar, y en muchos casos, a hacer terrorismo atentando contra la fuerza pública, civiles y dañando el mobiliario e instalaciones públicas y privadas.

Pero… ¿creen que el presidente va a hacer un autoatentado para generar lástima? ¿saben las consecuencias que puede traer esto, tanto nacionales como internacionales? ¿saben cuanta inversión puede estar saliendo del país por la inestabilidad social que generan estos rumores?

Hay que tener mucho cuidado con este tipo de opiniones y publicaciones incendiarias que lo único que hacen es hacerle mucho más daño al país. 

Y, por último, si todo lo que hacen los funcionarios del Estado les parece falso, no se entiende que hacen trabajando para él, Gustavo Bolívar como congresista y Carolina Sanín como presentadora en Canal Capital, un canal del distrito… Porque ustedes formarían parte de esos ladrones.



 

 




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